I.
LOS CAMINOS.
En
mis trabajos de apoyo, formación e investigación realizados con y
sobre las iniciativas de personas y organizaciones que buscan formas
nuevas y alternativas de hacer economía;
invitado
por cooperativas, ONGs, universidades, iglesias y grupos diversos que
me llevaron a numerosos pueblos y ciudades en casi todos los países
latinoamericanos;
identifiqué
diez procesos, diferentes pero convergentes;
diez
caminos por los que muchas personas y grupos transitan actualmente y
desde hace varias décadas, hacia una nueva economía: la economía
solidaria.
Una
economía solidaria que es popular, que es asociativa y cooperativa,
que es de trabajadores y de comunidades creativas, autónomas y
solidarias.
Esos
Caminos parten de determinadas situaciones críticas y de problemas
reales y actuales, los cuales motivan a quienes los experimentan y
sufren, a crear y desarrollar iniciativas y organizaciones económicas
solidarias, para hacerles frente y superarlos con sus propios
recursos, capacidades y fuerzas. Son:
1.
EL CAMINO DE LOS POBRES Y DE LA ECONOMÍA POPULAR.
2.
EL CAMINO DE LA SOLIDARIDAD CON LOS POBRES Y LOS SERVICIOS DE
PROMOCIÓN SOCIAL
3.
EL CAMINO DEL TRABAJO AUTÓNOMO Y ASOCIATIVO.
4.
EL CAMINO DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL Y DE LA AUTOGESTIÓN.
5.
EL CAMINO DE LA ACCIÓN TRANSFORMADORA Y DE LOS CAMBIOS SOCIALES .
6.
EL CAMINO DEL DESARROLLO ALTERNATIVO.
7.
EL CAMINO DE LA ECOLOGÍA .
8.
EL CAMINO DE LA MUJER Y DE LA FAMILIA.
9.
EL CAMINO DE LOS PUEBLOS ANTIGUOS.
10.
EL CAMINO DEL ESPÍRITU.
El
conocimiento que adquirí y los análisis que realicé a partir de, y
en relación a, esas experiencias y procesos, los expuse en el libro
LOS CAMINOS DE LA ECONOMÍA SOLIDARIA.
II.
LAS MODALIDADES (FORMAS Y RACIONALIDADES).
La
elaboración teórica que realicé con base en esas experiencias y
procesos económicos me llevaron a formular una Teoría Económica
Comprensiva, tendiente a comprender la economía en su complejidad y
en su diversidad, y en consecuencia, integradora de las distintas
formas y expresiones de la economía solidaria.
En
particular, estudiando los modos del relacionamiento económico-social
que se manifiestan entre los sujetos (personas y organizaciones) que
participan en las mencionadas experiencias, me llevaron a diferencias
cinco Formas o Modos de la Economía Solidaria, que se
caracterizan por proceder conforme a unas distintas Racionalidades
económicas particulares.
Esas
modalidades se distinguen por varios elementos, entre los cuáles,
los sujetos que los organizan, las lógicas con que operan, las
formas de propiedad y las relaciones económicas que establecen entre
sus miembros y en la economía más amplia. Constituyen, cada una,
modos de hacer economía en cierto sentido integrales, en cuanto
incluyen actividades de producción, distribución, consumo y
acumulación que se organizan y desarrollan conforme a una particular
racionalidad económica. Son las siguientes:
1.
LA ECONOMÍA SOLIDARIA DE DONACIONES.
2.
LA ECONOMÍA SOLIDARIA DE COMUNIDADES.
3.
LA ECONOMÍA SOLIDARIA DE COOPERACIÓN.
4.
LA ECONOMÍA SOLIDARIA DE REDES.
5.
LA ECONOMÍA SOLIDARIA DE INTERCAMBIOS DE MERCADO.
Los
conceptos y formulaciones teóricas y el análisis de estas
diferentes formas de la economía solidaria y de sus racionalidades
particulares los he expuesto en los libros: LAS EMPRESAS
ALTERNATIVAS; LAS DONACIONES Y LA ECONOMÍA SOLIDARIA; EMPRESAS
COOPERATIVAS Y ECONOMÍA DE MERCADO; TEORÍA ECONÓMICA COMPRENSIVA.
III.
UN SENTIDO Y UN GRAN PROYECTO.
A
través de todos los caminos y en los diversos modos de la economía
solidaria se experimenta un mismo hecho esencial, a saber, la
incorporación de la solidaridad (de lo que hemos llamado el Factor
C) en las actividades económicas, en las relaciones económicas, en
las empresas, en los mercados y en la economía en su conjunto. Por
eso a todo ello lo identificamos con un mismo nombre: economía
solidaria, o economía de solidaridad.
La
solidaridad - el Factor C -, puede integrarse y manifestarse de
distintas maneras, configurando modos especiales de trabajar, de
consumir, de organizar, de comercializar, de financiar, de invertir.
Pero para que sea capaz de generar una racionalidad económica
solidaria, debe tratarse de una solidaridad consistente y coherente,
central y no puramente marginal u ocasional.
El
sentido y el objetivo que comparten todas las formas de la economía
solidaria no es otro que poner la economía al servicio de las
personas, de la comunidad, del bien común; lo que a su vez supone e
implica hacer economía con ética, con valores, con justicia, con
libertad, con equidad, con eficiencia, con humana solidaridad.
En
la economía solidaria las personas despliegan sus conocimientos, su
creatividad, su autonomía, su sentido de la comunidad, y crecen en
todo eso como resultado de su ejercicio, comprensión y valoración.
Esto se manifiesta en cada empresa o unidad económica solidaria, y
se proyecta hacia el entorno, hacia la comunidad, hacia la
conformación de un sector económico solidario, y hacia la economía
en su conjunto.
El
sentido humano y el proyecto histórico de esta economía
solidaria, es ir creando y transitando hacia una nueva
civilización.
Una
civilización de personas de conocimiento, creativas, autónomas y
solidarias. Una civilización que se construye como comunidad de
comunidades, expandiéndose desde cada lugar donde exista una
iniciativa o experiencia de economía solidaria.
Una
visión analítica y comprensiva del sentido y del proyecto
transformador en que se insertan los caminos y las formas de la
economía solidaria, los he desarrollado en los libros: ¿CÓMO
INICIAR LA CREACIÓN DE UNA NUEVA CIVILIZACIÓN?; TÓPICOS DE
ECONOMÍA COMPRENSIVA; y DESARROLLO, PERFECCIONAMIENTO Y
TRANSFORMACIÓN DE LA ECONOMÍA EN EL TIEMPO.
Luis
Razeto
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